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martes, 9 de agosto de 2011

EL Concepto de Ideología en la Teoría Marxista

“Un poder dominante se puede legitimar por sí mismo promocionando creencias y valores afines a él; naturalizando y universalizando tales creencias para hacerlas evidentes y aparentemente inevitables; denigrando ideas que puedan desafiarlo; excluyendo formas contrarias de pensamiento, quizá por una lógica táctica pero sistemática; y oscureciendo la realidad social de modo conveniente a sí misma… Probablemente, en cualquier formación ideológica actual estas seis estrategias se relacionan de forma compleja”
          Eagleton, Terry.


A lo largo de la historia de la filosofía política, y la teoría social, particularmente en la Teoría Marxista, el concepto de Ideología ha sido muy, y debidamente, utilizado para explicar los diversos fenómenos sociales, políticos y culturales que se han desarrollado durante la historia, a saber, las diversas manifestaciones de la lucha de clases. No obstante tal concepto de ideología, no ha sido siempre nutrido por el mismo contenido, sino que su brebaje ha ido evolucionando, e incluso ha cambiado de manera determinante de autor en autor. Sin pretender en este escrito hacer un exhaustivo análisis de la Filosofía Marxista, pretendo explicar, diferenciar y diseñar los distintos modelos y formas que se le han dado a la concepción semi-obscura de Ideología.

Karl Marx en la Ideología alemana, particularmente, nos señala y describe de manera vehemente los conflictos filosóficos, filológicos y teóricos de la filosofía Alemana, poniendo atención en los conflictos entre los hegelianos de izquierda, hegelianos de derecha y los neohegelianos, es decir, los que desarrollaron pensamiento posterior al triunfo irrefutable de los hegelianos de izquierda. Entre los neohegelianos destababa Feuerbach, del cual Marx rescata algunas tesis, pero refuta de manera lúcida y firme otras, irguiendo las propias desde una postura dialéctica, pero historicista. En tal libro Marx define a la Ideología como una “conciencia falsa”. El gran aporte de Marx en este tema es que entiende y señala que “No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia”, por lo que de su proceso de vida actual y real se extraen los reflejos ideológicos. De tal manera que la producción de ideas y representaciones de la conciencia se entrelaza directamente con la actividad material y el comercio material de los hombres. Por lo que los pensamientos emanan de los procesos y relaciones sociales y económicas reales y al mismo tiempo se relacionan dialécticamente, es decir se determinan unos a otros (realidad al pensamiento, y el pensamiento a la realidad) es así como se han desarrollado los procesos históricos. En este sentido la ideología, o conciencia falsa, a diferencia de las ideas no son representaciones fidedignas y reales de la realidad sino que son elucubraciones falsas cuyo objetivo no es sino la reproducción del modelo actual, y con este las relaciones productivas presentes y convenientes para la clase poderosa.

Posteriormente Louis Althusser escribe su obra “Ideología y aparatos ideológicos del Estado, Freud y Lacan”. En este breve ensayo Althusser expondrá lo que hoy conocemos, sabemos y aplicamos, en buena medida, sobre ideología en el sentido clásico (o tradicional). En primer término es menester decir que él hace la diferencia entre Ideología e ideologías. La primera es la que es impuesta por el sistema hegemón, mientras que la segunda son los distintos sistemas de ideas existentes; y la primera, que es la que nos importa, la define como “el sistema de ideas, de representaciones, que domina el espíritu de un hombre o un grupo social”.  Tal autor parte su desarrollo académico e intelectual a raíz del siguiente cuestionamiento: ¿Es únicamente el salario el responsable de la reproducción de la fuerza de trabajo?. Llegando a responder de manera categórica que para que el obrero se levante todos los días temprano a trabajar, y día tras día practique lo mismo, debe haber algo más: La Ideología que el sistema produce y naturaliza, es un gran agente en la reproducción de las relaciones de producción y en definitiva de las relaciones de explotación. Ésta interviene en los sujetos a través de los Aparatos Ideológicos del Estado (en adelante AIE), entre los cuales cuentan las Iglesias, los medios de comunicación, la escuela, la publicidad, el derecho (el cual cumple una doble función como Aparato ideológico y a su vez como Aparato represivo ejecutado por la policía), etc. Althusser señala que en la Edad Media, o en el régimen feudal, como Marx lo llama, el principal AIE fue la Iglesia, pues esta promocionaba la humildad y actitud servil del campesino. Con el advenimiento del Capitalismo y en su desarrollo, el principal AIE es la Escuela y la educación; en esta se enseña a obedecer y manufacturar a los pobres, y a mandar y dirigir a los ricos; se enseña el liberalismo, el nacionalismo, el moralismo, etc. Otro de los aportes de este autor es señalarnos el doble carácter de la ideología, vale decir, como ilusión y alusión, esto en el marco de la sobredeterminación de esta con la realidad social. Es decir, crea una representación de la realidad, que lo que hace es obscurecer la misma, pero aparenta ser y aludirla a ella. En este mismo sentido es que la Ideología representa la relación imaginaria de los individuos con sus condiciones reales de existencia, y al mismo tiempo tiene existencia material, que son los AIE. 

Por su parte Gramsci también hizo la misma diferenciación primaria del Althusser (de hecho en términos históricos la hizo antes que Althusser), nominándolas de manera diferente: ideología orgánica e ideología arbitraria. La primera es la que reproduce una estructura dada, mientras que la segunda es aquella que surge de especulaciones o ideas individuales. Define a la ideología en general como “una concepción del mundo que está implícitamente presente en el arte, en el derecho, en la actividad económica y en todas las manifestaciones de la vida colectiva e individual”. No obstante, la ideología orgánica, además, debe ser capaz de organizar  a la sociedad, y para esto la ideología debe traducirse en “orientaciones específicas para la acción”.  Gramsci desarrolló fuertemente el concepto de hegemonía, en esta oportunidad no lo abordaremos de manera lata, pero sí debemos decir que Gramsci estableció niveles de ideología en los cuales estaba: la filosofía, la religión, el sentido común, y el folclor. La relación hegemonía-ideología sin duda se da en los cuatro niveles, pero se da de manera primordial en el sentido común, pues según nuestro autor es crucial disputar y conquistar sentido común, para conseguir hegemonía ideológica.

Uno de los autores canónicos de la segunda generación de la Escuela de Fráncfort  Post-Marxista fue Jürgen Habermas. Éste señala que la práctica universal del lenguaje, o acción comunicativa, opera a partir de patrones universales, y de manera Inter-subjetiva (acuerdos). Señala que deben convivir el mundo de la vida, que no son otra cosa que las situaciones de libre discurso (alude al ethos de la antigua grecia) donde interviene el hombre libre; con el sistema, este último son los espacios regidos por lógicas instrumentales, donde opera la maximización de intereses, a esto le llama estrategia. En este sentido señala Habermas que el problema de la vida en el modelo imperante actual es que los espacios del mundo de la vida han sido invadidos por el sistema, y han sido instrumentalizados. Por lo que la noción de ideología en este autor sería aquella, vale decir, la intromisión del sistema estratégico e instrumental en el  mundo de la vida. La propuesta habermasiana para dar solución a esto - es decir, para solucionar el problema de la ideología- es construir e instaurar una democracia deliberativa, en otras palabras, las instituciones formales de la democracia liberal con mayor participación de la sociedad civil. En este sentido, y atendiendo el paradigma habermasiano es que debemos señalar que habarmas nunca entendió nada, nunca se dio cuenta en el embate teórico y político en el que estaba inserto, pues su solución para nada puede subvertir y destruir los mecanismos de opresión que irguen a la ideología, pues no se propone la destrucción del sistema para la construcción de uno radicalmente distinto, y radicalmente distinto, entendido como en escancia divergente al actual.

En el campo ideológico en la filosofía marxista debemos destacar finalmente al esloveno Slavoj Zizek, filosofo marxista actual, vivo y con nutrida trayectoria intelectual, así también como con particularidades políticas, pues fue candidato a la presidencia de Eslovenia, obteniendo el segundo lugar en dicha elección. Zizek, quejumbroso y con un carácter único y divertido, ha innovado en esta cuestión de la Ideología. Primero distingue entre la clásica versión de ideología, asumida como la falsa concepción de la realidad, y la versión más sofisticada de la teoría crítica (Escuela de Fráncfort) concibiendo a la misma realidad como ideología, sin la cual no podría reproducirse. La característica común de ambas versiones – afirma Zizek – es que la noción de falsead está localizada en la subjetividad interna del individuo, pues ambas poseen la deficiencia de centrarse antes en el conocimiento que en la práctica, por lo que quedan obsoletas en un mundo actual, donde los individuos “saben muy bien lo que están haciendo pero aún así, insisten en seguir haciéndolo”, de esto surge su concepto la Razón Cínica. Para este autor debemos superar la clásica distinción entre ilusión y realidad, pues nos puede llevar a una falsa oposición ente conocimiento (entendido solo como un marco teórico) versus práctica, lo cual no es asó, pues debemos darle un rol emancipador a la ideología, ya no como una mera empresa ilustradora (teórica), sino como una gesta transformadora (práctica). Su convicción práctica es tal que plantea la tesis de que el mecanismo ideológico funciona primero con el hacer, y lo ejemplifica con las ceremonias religiosas, pues si asistes de forma reiterada a estas, después la convicción será un mero acto formal de reconocimiento de lo que ya crees. Zizek plantea la acción conjunta de los AIE Althusserianos y un mecanismo de construcción de fantasías, por el cual el individuo es atrapado ideológicamente primero, y después por los AIE. En este sentido la ideología reside en la externalización del resultado de una necesidad interna. Zizek plantea que el obrero hoy sabe que está siendo explotado, no sabe la complejidad teórica que los marxistas manejamos pero sabe que hay algo indebido pues no le pagan lo suficiente - por lo que se subvierte el eje central del concepto de la ideología clásica - sin embargo sigue yendo a trabajar pues posee la necesidad material de hacerlo, ya que si no se quedaría sin trabajo. Por lo que la ideología no se expresa en el conocimiento, o mejor dicho en la convicción (en creer que el sistema es natural, y bueno) sino que en la práctica (pues se puede creer, es más se sabe, que el sistema es aberrante empero se sigue reproduciendo). Finalmente se sintetiza en la cita que Zizek le arranca a Althusser, y que éste a su vez le toma a Pascal: “actúa como si creyeras, ora, arrodíllate, y creerás, la fe vendrá por si sola”. Es decir, la lógica es la siguiente “arrodíllate, y creerás que te arrodillaste a causa de tu creencia”.  

De esta manera, todos los autores de la tradición filosófica marxista señalados hicieron plausibles aportes al concepto de Ideología, entre los aportes e ideas más importantes que creo debemos retener y considerar, cuentan: Marx nos dice que las ideas son el producto superestructural que surge a partir de las relaciones sociales productivas, y que la ideología es la conciencia falsa cuyo fin es el mantenimiento de las relaciones actuales, del sistema dominante, y por lo tanto de la explotación, dominación y la lucha de clases. Althusser, por su parte, incluye su gran aporte de los AIE como la expresión material de los mecanismos de ideologización y que actual normalizando a los sujetos, produciendo en buena medida un producto social inocuo e inocente para los intereses de los poderosos y para el statu quo. Señala también que en el capitalismo el principal AIE es la escuela; no obstante, a mi juicio, creo que en el capitalismo tardío y en el modelo neoliberal globalizado los principales AIE son las Instituciones de Educación y los Medios de Comunicación.  Gramsci en tanto nos aporta la inexcusable e improrrogable misión y deber de disputar y conquistar el sentido común para instalar nuestra contra-Ideología. Habermas, a pesar de su solución socialdemócrata y poco lúcida nos aporta la realidad de que la ideología posee una función estratégica, la cual es la instrumentalización de los sujetos para los intereses del modelo, y el establishment. Finalmente Zizek aporta en señalarnos que después de la caída de los llamados Socialismos Reales, el fenómeno de la ideología ha derivado, o a lo menos, entendámoslo así para fines políticos, se ha complementado con una nueva realidad que es la de la razón cínica, la cual dice relación con que la ideología ya no es una cuestión que habita en el sub-consiente sino que hoy los trabajadores hoy son consientes de la explotación a la que se exponen, sin embargo por circunstancias materiales siguen cotidianamente asistiendo a sus puestos de trabajo y reproduciendo el régimen de explotación capitalista; por lo que la Ideología antes de tener relación con las convicciones dice relación con las prácticas.

Aquí, he expuesto las concepciones de Ideología presentes en la literatura Marxista, y sin ningún ánimo exhaustivo sugiero considerarlas a la hora del debate.  Más aun hoy que  apuntan con el dedo al Movimiento Social y Ciudadano por la Educación, y lo señalan como sobre-ideologizado por presentar demandas contra-hegemónicas, cuando precisamente el pretender naturalizar y universalizar la realidad actual como verdadera e inmutable, y excluir a las demandas del movimiento como irrealizables es una actitud y un mecanismo Ideológico. Y junto con esto, nos ayuda a entender la importancia de conseguir una educación pública y al servicio de las mayorías para no reproducir la ideología dominante; y nos señala la tarea ideológica obvia que poseen los medios de comunicación como cualquier AIE, y su influencia en el sentido común, la opinión pública, y el actuar de los sujetos y ciudadanos.

                                                                                                                     

                                                                                                     Juan Pablo Ciudad P. 

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